miércoles, 9 de diciembre de 2020

AÑO DE SAN JOSÉ, PATRONO DE LA IGLESIA UNIVERSAL

Corazón de padre (Patris corde) 

  Carta apostólica del Papa Francisco

Resumen literal


con motivo del 150 aniversario de la Declaración de 

san José como Patrono de la Iglesia universal.

8-XII-2020, solemnidad de la Inmaculada


Con corazón de padre: así José amó a Jesús, llamado en los cuatro Evangelios «el hijo de José» (…) Los dos evangelistas que evidenciaron su figura, Mateo y Lucas, refieren poco, pero lo suficiente para entender qué tipo de padre fuese y la misión que la Providencia le confió. 

(...) Después de María, Madre de Dios, ningún santo ocupa tanto espacio en el Magisterio pontificio como José, su esposo. Mis predecesores han profundizado en el mensaje contenido en los pocos datos transmitidos por los Evangelios para destacar su papel central en la historia de la salvación

1. Padre amado 

(…) Por su papel en la historia de la salvación, san José es un padre que siempre ha sido amado por el pueblo cristiano.

2. Padre en la ternura

José vio a Jesús progresar día tras día «en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres» (Lc 2, 52). Como hizo el Señor con Israel, así él “le enseñó a caminar, y lo tomaba en sus brazos: era para él como el padre que alza a un niño hasta sus mejillas, y se inclina hacia él para darle de comer” (cf. Os 11, 3-4). 

3. Padre en la obediencia 

(...) En el segundo sueño el ángel ordenó a José: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta que te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo» (Mt 2, 13). José no dudó en obedecer, sin cuestionarse acerca de las dificultades que podía encontrar.

4. Padre en la acogida 

(…) La vida espiritual de José no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge (…) José no es un hombre que se resigna pasivamente. Es un protagonista valiente y fuerte (…) El realismo cristiano (…) no rechaza nada de lo que existe (…) con sus luces y sombras. 

5. Padre de la valentía creativa 

(…) La valentía creativa (…) surge especialmente cuando encontramos dificultades (…) que tengamos la misma valentía creativa del carpintero de Nazaret, que sabía transformar un problema en una oportunidad, anteponiendo siempre la confianza en la Providencia.

(…) san José no puede dejar de ser el Custodio de la Iglesia, porque la Iglesia es la extensión del Cuerpo de Cristo en la historia.

6. Padre trabajador 

(…) San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia. De él, Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo (…) el mismo Dios hecho hombre no desdeñó el trabajo. La pérdida de trabajo que afecta a tantos hermanos y hermanas, y que ha aumentado en los últimos tiempos debido a la pandemia de Covid-19, debe ser un llamado a revisar nuestras prioridades. 

7. Padre en la sombra 

(…) Su silencio persistente no contempla quejas, sino gestos concretos de confianza. El mundo necesita padres, rechaza a los amos, es decir: rechaza a los que quieren usar la posesión del otro para llenar su propio vacío; rehúsa a los que confunden autoridad con autoritarismo, servicio con servilismo, confrontación con opresión, caridad con asistencialismo, fuerza con destrucción. 

* * *

No queda más que implorar a san José la gracia de las gracias: nuestra conversión. A él dirijamos nuestra oración:

 

Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén.

 

 

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