Mensaje del Papa Francisco para 2019
«Gratis habéis recibido;
dad gratis» (Mt 10, 8)
Queridos hermanos y hermanas:

La vida es un don de Dios (…) no se puede considerar una mera posesión
o una propiedad privada, sobre todo ante las conquistas de la medicina y de la
biotecnología.
(…) Frente a la cultura del descarte y de la indiferencia, deseo
afirmar que el don se sitúa como el paradigma capaz de desafiar el
individualismo y la contemporánea fragmentación social, para impulsar nuevos
vínculos y diversas formas de cooperación humana entre pueblos y culturas. El
diálogo, que es una premisa para el don, abre espacios de relación para el
crecimiento y el desarrollo humano, capaces de romper los rígidos esquemas del
ejercicio del poder en la sociedad.
La acción de donar no se identifica con la de regalar (…) no se puede
reducir a una simple transferencia de una propiedad o de un objeto.
(…) Cada hombre es pobre, necesitado e indigente. Cuando nacemos,
necesitamos para vivir los cuidados de nuestros padres, y así en cada fase y
etapa de la vida, nunca podremos liberarnos completamente de la necesidad y de
la ayuda de los demás, nunca podremos arrancarnos del límite de la impotencia
ante alguien o algo.
En esta circunstancia de la solemne celebración en la India, quiero
recordar con alegría y admiración la figura de la santa Madre Teresa de
Calcuta, un modelo de caridad que hizo visible el amor de Dios por los pobres y
los enfermos (…) poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la
defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada.
[…] Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al
borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho
sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas
ante los crímenes (…) de la pobreza creada por ellos mismos.

La gratuidad humana es la levadura de la acción de los voluntarios, que
son tan importantes en el sector socio-sanitario y que viven de manera
elocuente la espiritualidad del Buen Samaritano (…) Vuestros servicios de
voluntariado en las estructuras sanitarias y a domicilio, que van desde la
asistencia sanitaria hasta el apoyo espiritual, son muy importantes (…) El
voluntariado comunica valores, comportamientos y estilos de vida que tienen en
su centro el fermento de la donación. Así es como se realiza también la
humanización de los cuidados.
(…) Os encomiendo a todos a María, Salus
infirmorum. Que ella nos ayude a compartir los dones recibidos con espíritu
de diálogo y de acogida recíproca, a vivir como hermanos y hermanas atentos a
las necesidades de los demás, a saber dar con un corazón generoso, a aprender
la alegría del servicio desinteresado. Con afecto aseguro a todos mi cercanía
en la oración y os envío de corazón mi Bendición Apostólica.
Vaticano, 25 de noviembre de 2018
Solemnidad de N. S. Jesucristo Rey del Universo
Solemnidad de N. S. Jesucristo Rey del Universo
Francisco
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